La fiesta principal de la Iglesia
Es la fiesta principal y más antigua de los cristianos: la pascua. Es el corazón del año litúrgico. León I la llamó la fiesta mayor (festum festorum), y decía que la Navidad se celebraba en preparación para la Pascua (Sermón xvii en Exodum). La pascua conmemora la Resurrección del Cordero Inmolado: Jesucristo. Manifiesta la victoria ganada en la Cruz por Jesús sobre el ángel caído.
La fiesta de la Pascua vincula el Antiguo y el Nuevo Testamento puesto que hay una continuidad histórica y religiosa entre La Pascua judía y la cristiana ya que Cristo murió el primer día de la fiesta judía de la Pascua, que celebra la liberación por mano de Dios del pueblo judío de la esclavitud de Egipto.
La fecha de la Pascua
¿Cómo se determina la fecha de la pascua y otras fiestas movibles? La fecha de la pascua es variable. La razón es la conexión entre la pascua judía y la cristiana. La Iglesia determina la fecha de la pascua cada año según el calendario judío que es diferente al nuestro. El calendario judío es lunar (tiene 354 días y se basa en las fases de la luna) mientras que el nuestro es solar. Cada cuatro años los judíos intercalan un mes a su calendario, no según un método definido sino arbitrariamente por orden del Sanedrín.
¿Cuál domingo preciso escoger para la celebración anual de la pascua? No todos los cristianos celebraban el mismo día la pascua. Ya desde el siglo III se consideraba que, según el calendario romano, Jesús murió el 25 de Marzo y resucitó el 27 (Computus Pseudocyprianus, ed. Lersch, Chronologie, II, 61). Algunos obispos celebraban la pascua según esas fechas fijas. La Iglesia Romana, basada en la autoridad de San Pedro y San Pablo celebraba la Pascua el primer domingo después de la primera luna llena después del equinoccio de primavera. Este domingo siempre cae entre el 22 de Marzo y el 25 de Abril.
El Primer Concilio de Nicea (325) decretó que la práctica romana para determinar el domingo de Pascua debe observarse en toda la Iglesia. En referencia al domingo de pascua se calculan las otras fiestas movibles del calendario litúrgico.
La temporada de la Pascua
Siendo la fiesta más importante de la liturgia, la pascua se celebra por 50 días, desde el domingo de Pascua hasta Pentecostés. Según la liturgia actual, la cuaresma termina en la tarde del Jueves Santo con la liturgia de la Cena del Señor que da comienzo al Triduo Pascual. El Viernes Santo se hace el "ayuno pascual" que se continúa el sábado santo, preparatorio a la gran celebración pascual. El triduo culmina en la Vigilia Pascual del sábado por la tarde.
Los primeros ocho días de la pascua constituyen la octava y se celebran como solemnidades del Señor. El agua bendecida en la Vigilia pascual se usa para los bautismos en toda la temporada de pascua. En el día 40 de la pascua se celebra la ascensión del Señor y los 9 días de la ascensión a Pentecostés (la novena original) son días de intensa preparación para la venida del Espíritu Santo.
La pascua en culturas antiguas
Desde varios milenios antes de nuestra era, en las culturas mediterráneas, al principio de la primavera (en esta época de marzo) se hacía una fiesta de varios días (hasta una semana) de duración en la primera luna llena de la primavera, por el ‘paso’ del invierno a la primavera.
El huevo de pascua
Diversos pueblos (chinos, egipcios, hindúes, persas, galos, romanos) han considerado el huevo como símbolo universal de la vida, relacionado con esta época de renacimiento primaveral.
El huevo de pascua participa en los ritos del Séder judío, que simboliza el duro corazón del faraón que no dejaba salir al pueblo hebreo. Posteriormente, los cristianos tomaron la idea del huevo como representante de la resurrección de Cristo.
Danzas laberínticas
En las fiestas del ‘paso’ del invierno a la primavera se comía pan sin levadura (como harían posteriormente los judíos) y se realizaban danzas ‘laberínticas’ (con pautas complicadas). Esos patrones se han registrado también en lugares tan separados como Gales (cultura celta) y el nordeste de Rusia.
Los misterios eleusinos
Los misterios de Eleusis, fundados en fecha muy temprana —sin duda antes de redactarse los poemas homéricos— fueron durante más de un milenio el símbolo espiritual de la cultura griega. Se sabe que la iniciación era en la Pascua (aunque otros autores dicen que era en la primera luna llena del equinoccio de otoño, en septiembre).
La Pascua judía
Los judíos celebran la Pascua (pésaj), para conmemorar su escape del cautiverio de manos de los egipcios (aproximadamente en el 1250 AEC).
El pésaj judío se origina en la historia contada en la Biblia, en la que Dios mató a todos los primogénitos de los egipcios. Esta era la última de las plagas enviadas por Dios en contra del faraón de Egipto y su pueblo por su negativa de liberar a los hijos de Israel. Dios ordenó a Moisés, líder de los hebreos, lo siguiente: “escogerán un corderito [...], tomarán su sangre para untar los postes y la parte superior de sus puertas. Lo comerán todo asado, con su cabeza y sus entrañas, con panes sin levadura. [...] Yo recorreré Egipto y daré muerte a todos los primogénitos de los egipcios y de sus animales. [...] Al ver la sangre del cordero pasaré de largo de vuestras casas”. Éxodo 12.5-14
Los sabios judíos se acogen fielmente a lo exigido por la Torá. El pan sin levadura (matzá) recuerda la salida apresurada en que faltó tiempo para hacer fermentar el pan (18 minutos). Esto debe cumplirse durante los 7 días anteriores a la Pascua.
El paso del mar Rojo
La pascua se relaciona también con el «paso» del Mar Rojo, que según la Biblia sucedió inmediatamente después de la salida de los esclavos judíos de Egipto: “seiscientos mil hombres a pie, sin contar los niños. También salió con ellos una inmensa muchedumbre de gente de toda clase, y grandes rebaños de ovejas y vacas”. Éxodo 14.5-30
La pascua cristiana
Domingo de Resurrección, día que pone fin a la Semana Santa y que da paso a la Pascua cristiana.
El cirio pascual simboliza la luz de Cristo resucitado que vence las tinieblas de la muerte y el mal.
A veces, el nombre Pascua se ha extendido a otras celebraciones cristianas, como Navidad (el nacimiento de Jesús) o Pentecostés (la venida del Espíritu Santo). Por ejemplo en Chile, el término Pascua se aplica coloquialmente a la Navidad, mientras que a la Pascua se le llama «Pascua de Resurrección».
Ahora bien, teniendo un poco más de conocimiento a cerca de tan importante celebración, ¿cambiaremos en algo nuestro actuar al respecto? La espiritualidad ha sido sacrificada por lo económico ¿cómo hacer para invertir esto? La familia ha pasado a un segundo plano en esta época y en casi todos los días del año, ¿volveremos a ver el núcleo de la sociedad como era hace cuatro o cinco quinquenios? ¿El calor humano seguirá siendo reemplazado por el calor del licor?
Bien decía el poeta romano Publio Siro, quien vivió antes del nacimiento de Jesús, “Dios mira las manos limpias, no las llenas”.
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