Nuestra Forma De Pensar
Estamos convencidos de que en los primeros años de vida el juego es el mejor vehículo para desarrollar los hábitos y destrezas necesarias para formar niños felices y seguros de sí mismos. Por ello buscamos estimular su capacidad de juicio y pensamiento reflexivo de modo que no sólo memoricen contenidos, sino que los analicen y con ello descubran el placer de aprender y lo disfruten a lo largo de su vida.
Creemos que todo niño puede y debe ser capaz de trabajar en equipo, responsabilizarse de sus actos y decisiones, afrontar y solucionar conflictos, comunicarse y desenvolverse con naturalidad en cualquier medio.
domingo, 30 de enero de 2011
Se va el primero de los doce
jueves, 20 de enero de 2011
La veneración de la imagen de la Misericordia
En 1931 sor Faustina tuvo una visión en la cual Jesús le encargó la tarea de pintar Su imagen tal y como ella lo veía en ese momento: con la mano izquierda sobre su corazón, del cual salen dos rayos, y con la mano derecha alzada en señal de bendición. Jesús le indicó que al pie del cuadro debería colocarse la firma: "Jesús, en Ti confío". Agregándole: "Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y luego en el mundo entero". (Diario, 47).
El cuadro, pintado por un artista bajo la dirección de sor Faustina, quedó concluido en 1934. Al ver que el cuadro distaba mucho de la imagen verdadera de Jesús, llorando, exclamó: "¿quién será capaz de pintarte tan Hermoso como Eres en verdad?" A lo que Jesús respondió: "No en la belleza del color, ni en la del pincel, está la grandeza de esta imagen, sino en Mi gracia" (Diario, 313). "Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá" (Diario, 48).
Jesús dijo posteriormente a sor Faustina: "(...) Ofrezco a los hombres un recipiente con el que han de venir a la Fuente de la Misericordia para recoger gracias. Ese recipiente es esta imagen con la firma: Jesús, en Ti confío" (Diario, 327).
Los rayos que salen del corazón de Jesús en esta imagen, uno rojo y el otro pálido, simbolizan la sangre y el agua que brotaron del corazón traspasado de Jesús en la cruz "(...) como de una fuente desbordante de misericordia" (Diario, 367), para el mundo entero. Jesús dijo a sor Faustina en distintas ocasiones: "(...) el rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas... " (...) "Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzará la justa mano de Dios" (Diario, 299). "(...) por medio de esta imagen colmaré a las almas con muchas gracias, por eso, que cada alma tenga acceso a ella" (Diario, 570).
La adoración de la hora de la Misericordia
En 1937 y 1938 el Señor Jesús le encomendó a sor Faustina adorar la hora de su muerte: las tres de la tarde en punto, definida por Él mismo como: "(...) la hora de la gran misericordia para el mundo entero" (Diario, 1320), ya que a esa hora su Divina Misericordia "se abrió de par en par para cada alma" (Diario, 1572).
Jesús indicó que desea que a esa hora sea contemplada Su Dolorosa Pasión, que sea adorada y alabada la Divina Misericordia, y que por los méritos de Su Dolorosa Pasión supliquemos las gracias necesarias para el mundo entero y en especial para los pecadores.
El rezo de la Coronilla, como expresión de nuestra confianza en la Divina Misericordia, debe ser perseverante, como dice el Evangelio: "Es preciso orar siempre sin desfallecer" (Lc. 18,1).
La estructura de la Coronilla es la siguiente:
*- La señal de la Santa Cruz...
*- Padrenuestro... (Mateo 6, 9-l3)
*- Ave María...
*- Credo...
*- Cada una de las cuentas correspondientes al Padre Nuestro, se comienza con la fórmula: "Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación (*) de nuestros pecados y los del mundo entero".
*- En cada una de las cuentas del Ave María se reza: "Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero".
*- La Coronilla termina con la triple invocación de: "Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero".
domingo, 16 de enero de 2011
Sabiduría
Con mi hermana Catalina –la menor de siete hermanos- vamos los dos con frecuencia a misa, en la catedral del municipio donde vive ella con su esposo e hija. En una de esas Eucaristías, celebrada este año, un sacerdote que oficiaba ahí y estaba recién llegado, tuvo actitudes que desdicen de la labor de un ministro de la iglesia católica.
Un habitante de la calle con un pequeño problema mental se sentó en la segunda grada, de las cuatro que hay, que llevan al presbiterio. El sacerdote en cuestión detuvo la celebración y con voz fuerte le dijo, entre otras cosas, que olía a feo; que se saliera de la capilla; que ésa era la casa de Dios y no la de los locos.
Creo que todos los asistentes quedaron atónitos por lo que acababan de ver y oír. Para colmo de males, al final de la misa y antes de la bendición sale el párroco a dar los avisos parroquiales y dice que, lo que acabaron presenciar está bien hecho. Incluso, que van a poner una reja para dividir la feligresía del presbiterio.
Cuando Jesús vino a la Tierra ¿con quiénes prefirió andar?
Álvaro Camilo Gómez Vargas subdirector de la cárcel de mediana seguridad de Pitalito, los días 14 y 15 de enero del 2009 me permitió dictar la conferencia ¿Por qué creer en Colombia? al cuerpo de custodia y vigilancia y luego en dos patios a los internos. En la última, en el patio número dos a unos cien internos pues los otros tuvieron a bien no acercarse a oír. Al final de esta jornada un interno, del cual sólo escribiré su nombre, Daniel, quien estuvo en primera fila –unos sentados en el suelo y el resto de pie-, se acercó y me dijo con una voz muy suave “gracias por haber venido y habernos traído ese bonito mensaje de año nuevo. No veía las cosas como usted nos las planteó. Nunca es tarde”.
Hizo un alto, estiró algo que traía entre sus manos. “Permítame le regalo una manilla. Este es mi trabajo. Con esto sostengo a mi familia”. Estiré el brazo para que me la pusiera, con l ai ntención de quitármela al salir del patio pues hasta ahora no había usado objetos por el estilo.
Su frase final fue lapidaria “sé que ahora que salga se la va a quitar y quizás guardar en su mesa de noche”. Me dio la mano, fuerte, muy fuerte. Pensé de una vez, añora la perdida libertad. Se le humedecieron los ojos y se fue. Recordé dos frases que había dicho en la conferencia “el cuento que no contamos no cuenta” y “si pensamos lo que siempre hemos pensado, -decía James Mapes- hacemos lo que siempre hemos hecho, lograremos lo que siempre hemos logrado”.
El interno añorando su libertad y el sacerdote yendo en contra de sus votos. Será que el primero está buscando a Dios y el segundo desdiciendo de Él.
Señor, regálame el don de sabiduría así como lo hiciste con el rey Salomón quien prefirió este don a riquezas materiales. Así como el rey mencionado “para discernir entre lo bueno y lo malo”.
domingo, 2 de enero de 2011
Las primeras horas
Se fue un año, otro año. El primero de la segunda década del siglo XXI; desde luego, llegan los balances. Otro desde luego, son los planes para afrontar el que inicia; al final de éste: balances. Empiezan los dimes y diretes. Año nuevo, vida nueva. Esta parece ser la premisa que muchos adoptan los primeros días de enero: “A partir de hoy dejo de fumar” o “llegó el momento de bajar de peso” o “ahora sí me independizo” son apenas tres de las promesas más populares que se hacen la mayoría de las personas al comenzar el año. Otros se fijan metas materiales como comprar una casa nueva o cambiar de carro. Y algunos más van por las subjetivas como mejorar el genio o ser más organizados.
Todos estos propósitos tienen un punto en común: le apuntan a cambiarle algo a la vida que llevaban el año que están ‘enterrando’. Así las cosas se puede decir que el destino tiene dos maneras de herir: negándose a los deseos de uno, o cumpliendo los de él. Sin embargo, se puede rehusar a aceptarlo tal y como se nos presenta.
Diego Castrillón, del Colegio Colombiano de Psicólogos, señala que la mayoría de personas piensan más en deseos que en planes concretos para mejorar sus vidas. La diferencia entre éstos y aquéllos es que mientras alguien que hace un plan evalúa los recursos con los que cuenta, el tiempo para lograrlo, la metodología y los fines, los que desean solo esperan que sus propósitos se cumplan de la nada, es decir que aparezca Merlín. ¿Cuál es la solución? Los expertos recomiendan dejar de lado los propósitos generales y reducirlos a objetivos concretos. Además, otro de los retos con este tipo de propósitos es que no basta con cumplirlos, sino que también se debe mantenerlos.
En lo personal 365 fructíferos; hubiesen podido serlo mucho más. Sin dimes ni diretes. Conocí muchas personas, de ellas con varias se ha venido fortaleciendo una amistad -parodiando la historia de vida del bambú chino-; considero que crecí como persona –mi espiritualidad va en aumento-; en lo académico obtuve buenos dividendos; en lo arbitral, mi colegio atraviesa una gran crisis e infortunadamente va de la mano con el baloncesto tolimense; en lo laboral, bien.
En fin, es mucho más lo positivo que lo no positivo en el balance que realicé. ¿Será, entonces, que así se maneja el Libro de la Vida? Aquel del que habla las Sagradas Escrituras. La frase, que por cierto utilizo mucho “sembrar buenas semillas para que la cosecha sea del mil por una”, ¿tiene cabida acá?
Al dar las campanadas, claro, doce, empieza la gran mayoría de personas a dar y recibir besos, abrazos, palmadas en la espalda y palabras cargadas de cosas positivos, de muy buenos sentimientos, de lo mejor de lo mejor. ¿Se está diciendo y demostrando ese bello sentimiento de corazón o es sólo una tradición? No es entendible que alguien en esos momento de cambio de año sea tan ‘dulce’ y a los pocos minutos esté enfrascado en una pelea con su esposa, con un amigo e incluso hasta con uno de sus progenitores.
Permítanme citar a Marcelo D. Ferre: “… del modo en que viví, del modo en que siga viviendo y del modo en que algún día muera, seguiré pensando que ese es el sentido de mi vida, a veces la docilidad, a veces la rebeldía. Pero si por los errores y aciertos cometidos, pudiera llevarme al más allá un trozo de acá, elegiría el amor y el odio, porque ambos, como la docilidad y la rebeldía, serán mis extremos en vida.
En ese viaje final pondría de un lado a la persona que hice feliz hasta los huesos con mi hidalguía. Del otro, a quien mortifiqué en lo profundo del alma con mi cobardía”.
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