jueves, 20 de enero de 2011

La veneración de la imagen de la Misericordia

En 1931 sor Faustina tuvo una visión en la cual Jesús le encargó la tarea de pintar Su imagen tal y como ella lo veía en ese momento: con la mano izquierda sobre su corazón, del cual salen dos rayos, y con la mano derecha alzada en señal de bendición. Jesús le indicó que al pie del cuadro debería colocarse la firma: "Jesús, en Ti confío". Agregándole: "Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y luego en el mundo entero". (Diario, 47).

El cuadro, pintado por un artista bajo la dirección de sor Faustina, quedó concluido en 1934. Al ver que el cuadro distaba mucho de la imagen verdadera de Jesús, llorando, exclamó: "¿quién será capaz de pintarte tan Hermoso como Eres en verdad?" A lo que Jesús respondió: "No en la belleza del color, ni en la del pincel, está la grandeza de esta imagen, sino en Mi gracia" (Diario, 313). "Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá" (Diario, 48).

Jesús dijo posteriormente a sor Faustina: "(...) Ofrezco a los hombres un recipiente con el que han de venir a la Fuente de la Misericordia para recoger gracias. Ese recipiente es esta imagen con la firma: Jesús, en Ti confío" (Diario, 327).

Los rayos que salen del corazón de Jesús en esta imagen, uno rojo y el otro pálido, simbolizan la sangre y el agua que brotaron del corazón traspasado de Jesús en la cruz "(...) como de una fuente desbordante de misericordia" (Diario, 367), para el mundo entero. Jesús dijo a sor Faustina en distintas ocasiones: "(...) el rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas... " (...)  "Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzará la justa mano de Dios" (Diario, 299).   "(...) por medio de esta imagen colmaré a las almas con muchas gracias, por eso, que cada alma tenga acceso a ella" (Diario, 570).

La adoración de la hora de la Misericordia

En 1937 y 1938 el Señor Jesús le encomendó a sor Faustina adorar la hora de su muerte: las tres de la tarde en punto, definida por Él mismo como: "(...) la hora de la gran misericordia para el mundo entero" (Diario, 1320), ya que a esa hora su Divina Misericordia "se abrió de par en par para cada alma" (Diario, 1572).

Jesús indicó que desea que a esa hora sea contemplada Su Dolorosa Pasión, que sea adorada y alabada la Divina Misericordia, y que por los méritos de Su Dolorosa Pasión supliquemos las gracias necesarias para el mundo entero y en especial para los pecadores.

El rezo de la Coronilla, como expresión de nuestra confianza en la Divina Misericordia, debe ser perseverante, como dice el Evangelio: "Es preciso orar siempre sin desfallecer" (Lc. 18,1).

La estructura de la Coronilla es la siguiente:

*- La señal de la Santa Cruz...
*- Padrenuestro... (Mateo 6, 9-l3)
*- Ave María...
*- Credo...
*- Cada una de las cuentas correspondientes al Padre Nuestro, se comienza con la fórmula: "Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación (*) de nuestros pecados y los del mundo entero".
*- En cada una de las cuentas del Ave María se reza: "Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero".
*- La Coronilla termina con la triple invocación de: "Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero".

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